21/11/2022 por DR. XAVIER MORATÓ 0 Comentarios
BLOG | ¿Se puede tratar el Alzheimer?
En el año 1901, el Dr. Alois Alzheimer, un neurólogo alemán, examinó por vez primera a una mujer de 51 años llamada Auguste Deter que estaba empezando a sufrir problemas de memoria y de lenguaje, conjuntamente con otras alteraciones neuropsicológicas como desorientación y alucinaciones.
Aquellos síntomas, encajaban con la definición en ese momento de “demencia” pero aquella paciente era muy joven para manifestarla. De esta manera, se la categorizó como “demencia presenil”.
Auguste murió en el año 1906 y el Dr. Alzheimer exploró el cerebro. La enfermedad de Alzheimer (EA) fue descrita por primera vez en el año 1906 por Alois Alzheimer como “un proceso patológico severo del cortex cerebral”.
Sobre la enfermedad de Alzheimer
El Alzheimer es una patología que afecta a más de 50 millones de personas en todo el mundo, de hecho, la mayoría de estudios en población mayor de 65 años estiman una prevalencia entre el 4% y el 9%, definiendo prevalencia como el número total de casos observados en una población concreta. Además, el Alzheimer supone una gran pérdida de calidad de vida para el paciente y una enorma carga emocional y económica para los cuidadores.
De forma simplificada, una proteina llamada precursora amilode (APP) es procesada, liberándose pequeños fragmentos llamados peptidos amiloides (Aβ). Alguno de estos péptidos tienen tendencia a agregarse y son tóxicos para las neuronas. Estos pequeños agregados solubles desencadenan una gran cascada de procesos, como la fosforilación de tau, una proteina clave en la enfermedad de Alzheimer y la neuroinflamación.
Con el paso de los años, aproximadamente entre 15 y 20 años, estos agregados se pueden acumular en el cerebro produciendo la muerte neuronal en zonas relacionadas con la memoria y es cuando acaban apareciendo los primeros síntomas cognitivos.
La enfermedad de Alzheimer, pues, no es un estado fijo, sinó que se inicia con un largo período asintomático seguido de una fase donde únicamente el paciente percibe pequeñas pérdidas de memoria, o como lo llamamos quejas subjetivas de memoria.
Seguidamente, se inicia una fase con deterioro cognitivo leve donde los familiares ya comienzan a percibir cambios, seguido de la aparición de la demencia y de un empeoramiento de la memoria y de otras funciones donde el paciente cada vez es más dependiente.
Tratamientos actuales y futuros del Alzheimer
Actualmente nos encontramos en un momento histórico similar al de la aparición de la tacrina en el año 1989. El pasado 7 de junio de 2021 se aprobó por la FDA, la Agencia Regulatoria de Estados Unidos el uso de Aducanumab (Aduhelm®), un aticuerpo monoclonal con afinidad por los agregados de Aβ.
Hasta ahora, las herramientas de las que disponíamos para el tratamiento de la enfermedad eran únicamente tratamientos sintomáticos, es decir, no modificaban la evolución de la enfermedad. Aduhelm® es el primer fármaco aprobado, únicamente de momento en Estados Unidos, categorizado como tratamiento modificados de la enfermedad.
En España, unos pocos pacientes que han participado y participan en ensayos clínicos que están llebando a cabo actualmente han podido recibir esta medicación. En paralelo a Aducanumab podemos encontrar moléculas similares en fases de desarrollo clínico muy avanzadas como por ejemplo el lecanemab, el gantenerumab o el donanemab.
Además, también están estudiando otras vías farmacológicas para evitar la agregación inicial de Aβ, parar la propagación de tau y promover la activación de células que eliminen estos agregados
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Un tratamiento prionero de Ace
Finalmente, destacar que a Ace Alzheimer Center Barcelona en colaboración con Grifols, inauguró el pasado mes de mayo la primera Unidad de Aféresis Terapéutica para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. Este tratamiento consiste en el recambio plasmático del paciente por una solución coloidal con albúmina. Esto es porque en el plasma podemos encontrar acumulación de diferentes proteinas proinflamatorias, agregados de Aβ, albúmina oxidada y otras proteinas tóxicas y propias del envejecimiento. Este tratamiento ha mostrado excelentes resultados en ensayos clínicos.
Me gustaría destacar también la vital importancia de una detección precoz de la enfermedad que nos permitirá establecer estrategias más eficaces para ralentizar su evolución.
Podemos hablar, entonces, de un presente y de un futuro muy esperanzadores para los pacientes que conviven con la enfermedad de Alzheimer.
La participación en ensayos clínicos permite el acceso a fármacos que todavía no están comercializados en España y, a la vez, nos permite aprender de la enfermedad y encontrar tratamientos cada vez más personalizados al perfil de cada paciente. De esta manera, no podríamos acabar esta breve reseña sin agradecer enormemente el esfuerzo, implicación y voluntad de colaborar con la investigación de todos los pacientes que nos visitan.
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