Confinamiento y terapia ocupacional

El 16 de marzo del 2020 se produjo un cambio importante: un cambio que sobrevino de forma brusca, interrumpiendo la actividad de gran parte de la población en trabajo, educación, ocio y, también, el de todo su entorno.

Hoy me gustaría hacer balance y hablar de cómo fue esta situación para las personas con demencia y, concretamente, para aquellas que acuden a realizar su tratamiento en centros y hospitales de día.

Pese a que la actividad de los centros de día abarca solamente unas ocho horas, para ellos y sus familiares fue especialmente complicado tener que permanecer todo el día en casa, sin poder realizar las actividades programadas con el objetivo de trabajar las áreas que se han visto afectadas y las conservadas o, sencillamente, para distraer la mente de todo lo que estaba ocurriendo en el exterior.

Por otra parte, la pandemia colaboró en la sensación de preocupación, ansiedad, y aislamiento social que contribuyó a empeorar la situación particular de cada una de las personas afectadas y la de sus familiares.

Para ponernos en situación, un día cualquiera nuestros usuarios, personas con demencia, ven cómo se suspenden las rutinas y actividades que realizaban todos los días. Los días se vuelven largos, tediosos y vacíos, con el añadido de lo extraño de la situación. Una situación que ya sería preocupante solo con la información que recibimos de las noticias o telediarios, la incertidumbre afecta a todos en general.

Muchos de los cuidadores familiares estuvieron solos durante el confinamiento más severo: tuvieron que realizar las actividades de forma aislada y fue también un momento difícil para ellos manejar esta situación con el estrés que les pudo ocasionar en algún momento, sin contar con ayuda física externa.

En otros casos, dependiendo de las características del paciente, fue un tiempo para poder estar en familia y disfrutar de momentos que en una situación normal, debido al ritmo diario que llevamos, no podían disponer.

 

 

El aislamiento y los síntomas de la demencia
En Ace Alzheimer Center hemos podido observar en nuestros pacientes que, en muchos de los casos, toda esta situación y factores incrementaron los síntomas negativos.

Síntomas como episodios de desorientación, ansiedad, alteraciones en el sueño, que requirieron cambios en la medicación y que se pudieron realizar a tiempo gracias al rápido y exhaustivo despliegue de la atención virtual de nuestro equipo de neurólogos, geriatras, y demás profesionales.

Para ellos, como para el equipo de personas que nos dedicamos a la atención, resultó evidente que la consecuencia de romper de forma drástica todas las actividades y rutinas diarias de las personas con Alzheimer, tan importantes para nuestros usuarios, fue el empeoramiento de la salud física, psíquica y emocional.

Nuestro equipo realizó incluso intervenciones telefónicas de soporte emocional en estos casos complicados en los que la saturación pudo ser elevada, afectando a la convivencia diaria del paciente y familiar.

Por supuesto, no se trató de la totalidad de los casos. Hay quienes se adaptaron muy bien a la situación, dependiendo de la fase en la que se encontrara la enfermedad, o por el hecho de permanecer conviviendo en un entorno conocido, con las personas esenciales, no les provocó ninguna sintomatología.

Vimos también cómo gracias a la inventiva, imaginación y creatividad de sus familiares la mayoría de las personas pudieron realizar actividades necesarias e indispensables para su tratamiento mientras permanecieron en casa.

 

 

Terapia Ocupacional: la gran aliada para las personas con demencia


La actividad es la herramienta esencial de la Terapia Ocupacional. Mediante ella, realizamos un mantenimiento de las funciones cognitiva, físicas y emocionales.

Los usuarios que pudieron continuar realizando diferentes actividades en el domicilio a pesar de la pandemia notaron su eficacia.

Fue crucial para el mantenimiento de sus actividades diarias básicas e instrumentales y avanzadas en la medida de lo posible con las limitaciones del confinamiento.

Además de poder mantener sus capacidades, evitando así un posible agravamiento de la situación personal de cada uno, el poder continuar con las actividades que están acostumbrados, fomentar las rutinas y realizar actividades en familia, ayudó a nuestros usuarios a mantener sus capacidades cognitivas y funcionales y a aumentar su bienestar.

 

 

El papel de Ace durante el confinamiento


El personal de Ace Alzheimer Center estuvo en contacto telefónico a diario durante todo el confinamiento, con todas las familias y afectados, dando soporte emocional, escucha y solución a los problemas que surgían.

Desde Ace se les facilitó material cognitivo para poder realizar ejercicios de estimulación cognitiva en casa, con pautas para los familiares de cómo llevarlos a cabo.

Otro pilar del mantenimiento ha sido el ejercicio físico. Al producirse el confinamiento severo, tuvo efecto en la actividad física de nuestros pacientes y, por eso, también se les facilitaron ejercicios sencillos para poder realizar en casa con objetos que pudieran tener o poder comprar en los establecimientos que estaban permitidos su apertura.

Entre muchas de las recomendaciones que se realizaron hubo temas tan cotidianos, pero tan útiles como:

Gimnasia en casa: subir o bajar escaleras en algún momento del día, caminar por casa realizando diferentes tipos de pasos.
Manualidades sencillas para poder realizar en casa, con los materiales de los que disponían.
Cocina: han podido realizar recetas con ayuda o preparaciones sencillas.
Estimulación cognitiva: diferentes ejercicios cognitivos dependiendo de su estado cognitivo. Asimismo, también se les aconsejó cómo llevarlos a cabo, que momento del día es más adecuado y cuáles son las condiciones ideales para favorecer la concentración.
Baile: mover el cuerpo al compás de la música.
Visionar películas antiguas: poder recordar el nombre de artistas de su época, qué películas realizaron.
Ayudar en las tareas domésticas, realizar masajes o relajación, llamar a familiares o video llamadas, uso de tabletas, juegos de ordenador, escribir un diario, escuchar la radio, música…

 


La esperada vuelta a la normalidad


Adaptarse a estos cambios no fue tarea fácil, pero desde luego las personas con Alzheimer y sus cuidadores fueron quienes recibieron de manera más clara el golpe.

Desde Ace Alzheimer Center nos pudimos adaptar para ofrecer la actividad y la terapia ocupacional que se hacía en el centro en sus casas. Fue, fundamentalmente, un trabajo constante de personalización para atender individualmente las necesidades de cada persona y de cada familia.

La incorporación de los talleres de memoria virtuales que llegaron pasados unos meses nos permitió también explorar nuevas maneras de realizar esta terapia de forma no presencial para mantener, dentro de lo posible, las capacidades cognitivas de la persona. Además de ser una actividad muy positiva, fue muy bien acogida por parte de usuarios y familiares.

Nos permitió trabajar a distancia de forma virtual, de forma muy diferente a la que estamos acostumbrados, sin la cercanía y proximidad que estamos habituados, pero conectados.

 

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